17 de enero de 2008

El fin de los feos

Nunca he sido una gran conocedora, ni una gran fanática de las telenovelas, y parto del desconocimiento de una gran parte de ellas y de una gran parte de sus motivaciones y retos mediáticos. Parto también de que esto es un desahogo en toda regla provocado por el hartazgo televisivo y por las revistas de índole machista que me acomplejan y dinamizan mi intelecto en la misma proporción. Como decía no soy experta en telenovelas, pero todos tenemos nuestras fases de debilidad novelesca, posiblemente provocadas por el desamor más terrible y la necesidad de extrapolar nuestros sentimientos hacia el protagonista de una historia mucho más tortuosa que la nuestra cosa que motiva la satisfacción del que lo observa, y dentro de esas fases estamos avocados a ver una telenovela.

No he visto muchas, y no soy experta en la materia, pero si que puedo y me veo en la necesidad pedir que por favor se termine ya la serie, novela, culebrón, o como quiera denominarse: “Yo soy Bea”. Me parece descabellado por parte de Telecinco “la cadena amiga”, yo diría, ¿amiga de quién? porque a mi me hace la vida imposible con la repetición sistemática de argumentos ya de sobra manidos en series de tanta solera como los Serrano, pero eso es otra cuestión y muy personal. Decía, que me parece descabellado llevar 365 capítulos dándole vueltas al argumento repetitivo y sin ningún aliciente, trasnochado y que no traspasó los años finales del siglo XX, de “chica fea y con poco carisma, pero luchadora, que llega a una oficina llena de chicas estupendas y otras no tanto, se liga al jefe y se hace con el poder”. Cierto que he resuelto la cuestión de manera bastante pobre, pero no encuentro ningún otro aliciente en esta serie.

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Pero ¿en que siglo vivimos? Estaría de acuerdo en uno de los supuestos ejes en torno a los que gira la acción de esta pseudonovela, la chica en cuestión, la feilla, es una mujer de gran inteligencia y gran corazón, y gracias a ello se gana la confianza de todos y el puesto de trabajo, algo que como digo sería loable aunque un tanto obsoleto, ya que para mí es un arquetipo de los noventa superado de forma ostensible por las mujeres de hoy. Sin embargo, esto no me cabrearía tanto sino se procediese a dar una vuelta de tuerca y todo cambiase al final. ¿Qué va a suceder en los últimos capítulos de la serie?, ¿la mujer fea se convierte en guapa? Entonces lo tendríamos todo arreglado,

porque lo importante aquí es que al final sea guapa, da lo mismo que la chica haya hecho unos meritos indiscutibles en el campo laboral, da igual que haya salvado el mundo, o que sea una nueva Santa Teresa de Calcuta, lo importante y a la vez necesario para el buen discurrir de la serie es que la chica tiene que convertirse en guapa… ¿Que ilustrativo no?

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A parte de todo esto lo mejor es el marketing en torno a la serie, proclamas del tipo “Es la hora de los feos” o “Estimados feonautas…”, ¿pero en que sociedad vivimos? ¿quién me puede llamar feo o discutir sobre mi belleza? Personalmente y desde mi mas humilde opinión creo que es fomentar los estereotipos y autoconvencerse de que los feos somos los mejores y los mas listos, e incluso caer en los tópicos de las guapas son tontas – es el único papel que me agrada, el de la chica rubia y tonta, ay que jorobarse, rubia tonta – . Caemos en el error de juzgar y prejuzgar por la belleza exterior, porque ellos mismos se contradicen en sus presupuestos, la fea, pero fea inteligente tiene que convertirse en guapa, sino no vale y la guapa tonta es tonta rematada. Pero que tipo de canon estético representativo buscamos!.

¿Quien es juez de esto? La belleza es algo tan subjetivo que nunca podríamos hablar de un termino absoluto (vale Scarlett Johansson, es absolutamente bella), fuera de bromas, es algo tan intrínsico a la persona que juzga que nadie podría afirmar tener una percepción similar a la del juez, y es así, no hay mas feo que el se lo quiere creer y no hay mas bello que el que se lo cree.

En fin hermosos, a disfrutar de la belleza de cada uno!

(post publicado en www.decabo.com)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El mundillo catódico es un no parar de despropósitos. En el ranking de lo que a mi me pone de mala leche gana, sin duda, el bochornoso retrato (supuesto) de los matrimonios. Y lo peor es la cantidad de gente de todo tipo que lo ve y que dice que es como la vida misma.

Unknown dijo...

Hola, me llamo Saray y leo esto por casualidad, la verdad es que estoy al 100% de acuerdo con tigo. Tmbién he leido tu entrada sobre si eres pija o no, quería decirte que yo tengo unas dudas parecidas que se ven reflejadas en mi blog.
tambien tengo una entrada sobre la telenovela Yo soy bea, si quisieras verla pincha aqui:
http://dreamofpink.metroblog.com/una_reflexion
Me encantaría que firmaras y me dieras una opinión general de todo el blog, si no es mucha molestia.

muchas felicitaciones por tu blog