28 de enero de 2008

El último bastión del Barrio Chino

Siempre he pensado que las ciudades de nuestro siglo, en su crecer desmesurado hacia el exterior van perdiendo el carácter primigenio y carismático que el tiempo las fue otorgando. A Salamanca, como a otras muchas, le sucede lo mismo, posiblemente en pos de la modernidad, la comodidad, la prosperidad y otras tantas necesidades del ciudadano actual se le van descolgando, día a día, retazos de su intrahistoria.

No hay muchas crónicas de la culta y limpia ciudad del Tormes en las que se haga mención a uno de esos lugares que llegó a ser sórdido pero entrañable, a uno de esos barrios que confieren la diferencia y la riqueza pintoresca de lo que nuestra ciudad es. El Barrio Chino, tal y como lo conocemos hoy se situaba en el propio centro de la ciudad, al final de la Vaguada de la Palma, el arroyo seco de Los Milagros, que fue una de las ramblas de la ciudad en el siglo XVI. Hoy el barrio queda totalmente reducido a la memoria, el barrio dentro del barrio histórico se deconstruye por la reconstrucción y rehabilitación de sus edificios, y, mientras caen una a una las últimas piedras del Bar Sol, se van haciendo leyenda los nombres que por él pasaron.

Hoy se derriba el último bastión de resistencia del antiguo Barrio Chino, el Bar el Sol, que según las referencias de los vecinos ya existía en 1938 pero con funciones de carnicería, y que en los últimos años se convirtió en lugar de reunión de mujeres y hombres. Las connotaciones negativas del Barrio a mi entender se deben sobre todo a los acontecimientos de las últimas décadas, las calles del barrio quizá como consecuencia de los años de postguerra se convierten en el lugar preferido de gentes que se dedicaban a todo tipo de actividades legales o ilegales, pero lícitas al fin y al cabo cuando se trataba de salir de la miseria provocada tras la Guerra Civil. En esos años el barrio se convierte en el centro de la prostitución salmantina, y, años después en la última parte del siglo, en una zona a caballo entre la heroína y el alcohol.


Recuerdo, no hace demasiados años, cuando desde los cristales de los servicios de la facultad observábamos la escena, siempre protegidos por la tranquilidad que da la lejanía, un chaval no mucho mayor que nosotros, enganchado a la goma y la cucharilla. Recuerdo también el final del Casablanca, otro de los míticos prostíbulos de la ciudad, con sus paredes blancas, sus ventanas y puerta pintadas de azul, y su demolición tan carismática como la de hoy del Bar Sol.

Mis últimos recuerdos del Barrio Chino son las polémicas y rifirrafes entre policía y prostitutas durante la Cumbre Hispanoamericana de octubre de 2005. Ante la llegada de “tan selecto” grupo de personajes la policía pedía o requería a las prostitutas de la zona, que se quedaran en el local en el que se ubicaban normalmente, para que no se las viesen demasiado por el lugar, ya que la cercanía con el Palacio de Congresos podía repercutir en la mala imagen de la ciudad.

Hoy, la Calle Cervantes, la Vaguada de la Palma, la Calle Sierpes, la cuesta de San Blas, el final de la Calle Ancha, se convierten gracias a la especulación urbanística en barrio de lujo para familias acomodadas. Un barrio limpio y adecuado a una ciudad del siglo XXI que sin embargo se dejó por el camino la solera, el mito y la nostalgia del centro antiguo de la vida salmantina.


27 de enero de 2008

Sólo una sonrisa, la tuya

(Lo escribí hace tiempo, y hoy como era tu cumpleaños, me acordé de tí, sigo pensando lo mismo. Felicidades)

Sonreír: (Del lat. subridēre). 1. intr. Reírse un poco o levemente, y sin ruido. U. t. c. prnl. 2. intr. Dicho de una cosa: Ofrecer un aspecto alegre o gozoso. 3. intr. Dicho de un asunto, de un suceso, de una esperanza, etc.: Mostrarse favorable o halagüeño para alguien. Solo necesitaba una sonrisa.... para darme cuenta de que a veces nada es como parece. Este fin de semana vi una película, The Holiday, y aunque era una americanada mas una de las protagonistas tenía mucha mucha razón: ante todo lo primero en la vida de uno tiene que ser el amor propio, valorarse y no dejarse llevar por la decisión de otro... Sólo necesitaba una sonrisa de alguien, una sonrisa especial que me hiciera recordar lo que valgo, lo que soy y lo que quiero y no quiero. Y lo que yo quiero es a alguien que sonría, que sonría mucho. Hace un tiempo encontré a una persona que reía y, poco a poco, con el tiempo y las circunstancias se convirtió en una persona que ya no lo hacía, o por lo menos no lo hacía cuando estaba conmigo, ya no sonreía. Yo debería haberme dado cuenta de que no merece la pena intentar seguir para delante en el momento en cual las personas dejan de sonreír cuando están contigo. Ayer, alguien me dijo que le encantaba yo porque siempre estaba riendo, y no es una persona que especialmente me caiga fenomenal, pero me hizo mucha gracia, y me gustó, me gustó muchísimo que alguien diga de mi que sonrío, me río y parezco (será porque lo soy no?) feliz. Anoche debía ser muy feliz, yo sonreía y también lo hacías tú... Creo que por fin he vuelto a aprender, y ya no se me va a olvidar, que lo importante es sonreír. Y ojalá tu me sonrías por mucho tiempo... y yo te sonría a ti.

26 de enero de 2008

18 de enero de 2008

Yves La Rock - Rise Up

Un poco de música (no muy buena según algunos amigos... verdad?)

17 de enero de 2008

El fin de los feos

Nunca he sido una gran conocedora, ni una gran fanática de las telenovelas, y parto del desconocimiento de una gran parte de ellas y de una gran parte de sus motivaciones y retos mediáticos. Parto también de que esto es un desahogo en toda regla provocado por el hartazgo televisivo y por las revistas de índole machista que me acomplejan y dinamizan mi intelecto en la misma proporción. Como decía no soy experta en telenovelas, pero todos tenemos nuestras fases de debilidad novelesca, posiblemente provocadas por el desamor más terrible y la necesidad de extrapolar nuestros sentimientos hacia el protagonista de una historia mucho más tortuosa que la nuestra cosa que motiva la satisfacción del que lo observa, y dentro de esas fases estamos avocados a ver una telenovela.

No he visto muchas, y no soy experta en la materia, pero si que puedo y me veo en la necesidad pedir que por favor se termine ya la serie, novela, culebrón, o como quiera denominarse: “Yo soy Bea”. Me parece descabellado por parte de Telecinco “la cadena amiga”, yo diría, ¿amiga de quién? porque a mi me hace la vida imposible con la repetición sistemática de argumentos ya de sobra manidos en series de tanta solera como los Serrano, pero eso es otra cuestión y muy personal. Decía, que me parece descabellado llevar 365 capítulos dándole vueltas al argumento repetitivo y sin ningún aliciente, trasnochado y que no traspasó los años finales del siglo XX, de “chica fea y con poco carisma, pero luchadora, que llega a una oficina llena de chicas estupendas y otras no tanto, se liga al jefe y se hace con el poder”. Cierto que he resuelto la cuestión de manera bastante pobre, pero no encuentro ningún otro aliciente en esta serie.

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Pero ¿en que siglo vivimos? Estaría de acuerdo en uno de los supuestos ejes en torno a los que gira la acción de esta pseudonovela, la chica en cuestión, la feilla, es una mujer de gran inteligencia y gran corazón, y gracias a ello se gana la confianza de todos y el puesto de trabajo, algo que como digo sería loable aunque un tanto obsoleto, ya que para mí es un arquetipo de los noventa superado de forma ostensible por las mujeres de hoy. Sin embargo, esto no me cabrearía tanto sino se procediese a dar una vuelta de tuerca y todo cambiase al final. ¿Qué va a suceder en los últimos capítulos de la serie?, ¿la mujer fea se convierte en guapa? Entonces lo tendríamos todo arreglado,

porque lo importante aquí es que al final sea guapa, da lo mismo que la chica haya hecho unos meritos indiscutibles en el campo laboral, da igual que haya salvado el mundo, o que sea una nueva Santa Teresa de Calcuta, lo importante y a la vez necesario para el buen discurrir de la serie es que la chica tiene que convertirse en guapa… ¿Que ilustrativo no?

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A parte de todo esto lo mejor es el marketing en torno a la serie, proclamas del tipo “Es la hora de los feos” o “Estimados feonautas…”, ¿pero en que sociedad vivimos? ¿quién me puede llamar feo o discutir sobre mi belleza? Personalmente y desde mi mas humilde opinión creo que es fomentar los estereotipos y autoconvencerse de que los feos somos los mejores y los mas listos, e incluso caer en los tópicos de las guapas son tontas – es el único papel que me agrada, el de la chica rubia y tonta, ay que jorobarse, rubia tonta – . Caemos en el error de juzgar y prejuzgar por la belleza exterior, porque ellos mismos se contradicen en sus presupuestos, la fea, pero fea inteligente tiene que convertirse en guapa, sino no vale y la guapa tonta es tonta rematada. Pero que tipo de canon estético representativo buscamos!.

¿Quien es juez de esto? La belleza es algo tan subjetivo que nunca podríamos hablar de un termino absoluto (vale Scarlett Johansson, es absolutamente bella), fuera de bromas, es algo tan intrínsico a la persona que juzga que nadie podría afirmar tener una percepción similar a la del juez, y es así, no hay mas feo que el se lo quiere creer y no hay mas bello que el que se lo cree.

En fin hermosos, a disfrutar de la belleza de cada uno!

(post publicado en www.decabo.com)

11 de enero de 2008

Me marcho a Pavía

Me marcho a Pavía en un mes y una semana, mas o menos, sobre el 27 o 28 de febrero. Mi viaje y estancia de tres meses en Pavía está motiva por la necesidad de realizar una serie de búsquedas bibliográficas y documentales que aporten luz a mi investigación. Me encuentro un tanto preocupada, nerviosa, contenta… una serie de sentimientos todos conjugados en una misma mezcla que no se como denominar.

La situación es esta: no tengo apartamento todavía y no tengo vuelo, pero si tengo muchas cosas que hacer. Una y otra cosa, vuelo y apartamento, ambas dos, van ligadas, porque la compra del vuelo dependería de si tuviese casa o no y para cuando la tuviese. Porque si no tengo apartamento antes de llegar, tendría que llegar antes para buscarlo… que lio!!!!

Hay un inmenso número de vuelos a Milán (ciudad a la que debo ir porque son los aeropuertos más cercanos). Pero la diferencia entre un aeropuerto y otro es sustancial en cuanto a kilometraje, Malpensa está a 1 hora y Linate solo a 10 minutos del centro de Milán. Luego, obviamente hay que ir desde Milán – Stazione Centrale a Pavia, pero tan solo son unos 40 km. En esas estoy ahora mismo, comprarlo el 27 o 28, Linate o Malpensa. Lo del apartamento,… esto es más complicado, estoy esperando respuestas, fotos, y mas anuncios, espero encontrar una casita la verdad!! Y a poder ser con compañeros e Internet!.

Entre las fotos que he recibido ésta, mi primera foto de Pavia, Pavía nevada, la zona del rio Ticino.



Pavía (la antigua Ticinum, en italiano Pavia) tiene una población de 71.000 habitantes y es una ciudad situada en el suroeste de la Lombardía, en el norte de Italia, a 35 km al sur de Milán. El río Ticino cruza la ciudad, antes de confluir con el río Po. La economía paese está esencialmente centrada en la vinicultura y la producción de arroz, cereales y productos lácteos. Algunas industrias están localizadas en los suburbios para no estropear la plácida atmósfera que se respira con la conservación del pasado de la ciudad y el clima de estudio y meditación asociado a su antigua universidad.

El monumento más famoso de Pavía es la Certosa, o monasterio cartujo, fundado en 1396 situada a pocos kilómetros de la ciudad. La Universidad de Pavía fue fundada en el año 1361. Sobre la Cartuja o Certosa, todavía no se mucho, pero creo que será un referente imprescindible en mi estudio, ahora mismo estoy comenzando a leer un libro sobre la decoración escultórica en la Cartuja: Relief sculpture for the facade of the Certosa di Pavia, 1473-1499 de Charles R. Morscheck, Jr.

Enjuto Mojamuto - Navegadores - Mira quién se queja.



Hace poco en DeCabo.com el compañero Sylar publicaba este post con video. Me encantó.
Gracias!!

9 de enero de 2008

La antigua Roma se acerca a Salamanca

La Obra Social de Caja Duero presentó hace unos meses en España la exposición “A la sombra del Vesubio: Pompeya y Herculano”. La muestra recoge una serie de piezas, joyas, esculturas y piezas de la cultura romana encontradas en estas dos ciudades del sur de Italia, sepultadas por la lava, la ceniza y el fango tras la erupción del Vesubio en el año 79 de nuestra era. La catástrofe permitió que los vestigios de esta civilización hayan llegado conservadas de una forma casi perfecta hasta nuestros días. En la exposición se muestran joyas, mármoles, murales, esculturas, bronces, objetos cotidianos que reposaban en las cocinas, vasijas, botellas, etc., que nos muestran cómo era la vida hace casi dos mil años.


La muestra cuenta con un total ochenta y siete piezas originales seleccionadas entre los fondos del Museo Arqueológico de Nápoles. Además se aportan acuarelas y pinturas del siglo XIX cedidas por el también napolitano Museo Capodimonte, demás de algunas resinas — copias de los huecos dejados por personas y animales en la lava — procedentes de la Sopraintendenza de Pompeya.

Completan la exposición materiales aportados por el Observatorio Sismográfico del Vesubio como registros de la actividad del volcán o muestras estratigráficas de las distintas capas que cubrieron estas ciudades.

La exposición que fue inaugurada en Madrid, donde permanecerá hasta el 13 de enero, posteriormente viajará a Salamanca, aún no hay fechas confirmadas, y Mérida a lo largo de este 2008.

Con motivo de la muestra se ha editado un catálogo que reúne todas las piezas de las que se compone la exposición, y los textos de la directora del Museo Arqueológico de Nápoles, la Borriello; y del poeta leonés afincado en Salamanca Antonio Colinas.

8 de enero de 2008

Fotos de la Rioja II

Santa María la Real de Nájera, en Nájera






Bodegas "Muga" en Haro



Santo Domingo de la Calzada





Visita a la Bodega de la familia López Heredia "Viña Tondonia"



6 de enero de 2008

Fotos de La Rioja I

Monasterio de Suso (San Millán de la Cogolla)







Monasterio de Yuso



Anguiano

De paseo por La Rioja

Durante el parón navideño he pasado unos días en La Rioja, en muy buena compañía y pasándolo fenomenal entre visitas turísticas y gastronómicas. Pasear por el casco antiguo de Logroño es un privilegio, parte del casco antiguo ya está restaurado pero quedan ciertos rincones con el encanto de lo "viejo", de lo húmedo y de la arquitectura que se transforma de las estructuras típicas de la llanura castellana hacia otras más norteñas. No he dejado de visitar la Calle Laurel y la Calle San Juan, en las que se degustan las "exquisiteces" de la región, esto lo digo con rintintín y para que no se me ofendan mis amigos logroñeses, pero no fui capaz de probar el Embuchao. Los demás pinchos estupendo, los Cojonudos, los Champis, los rotos con gulas, brochetas de piña y langostinos... etc etc... Y que decir del Vino!!! Eso merece capítulo a parte.




No me iba a olvidar de "mis medallones" durante mi visita turística. En la Rioja no tenía constancia de la existencia de grandes conjuntos de medallones, pero para sorpresa, si! si que los hay! En la capital, en Logroño, en la Iglesia de San Bartolomé (que data del siglo XII y tiene una fantástica portada gótica) hay un conjunto de claves decoradas en forma de medallón en la parte baja del Coro. Son visibles nada mas pasar el umbral de la puerta de entrada, forman un conjunto de unos 20 medallones, con personajes de la historia de la Iglesia y otras figuras clásicas y de la época.
Impresionante el conjunto de medallones (también en forma de clave) que adornan el lado norte del Claustro del Monasterio de Yuso en San Millán de la Cogolla.


Por supuesto, lo más divertido del viaje: La Compañía!!!!